Claude Debussy
(Francia, 1862-1918)
Su don musical se hizo evidente desde la niñez. A los once años entró a estudiar piano y composición musical en el conservatorio de París y, casi diez años después, le fue otorgado el Premio de Roma por su cantata ‘L’enfant prodigue’.
Influenciado por artistas como Wagner, Turner, Verlaine y Mallarmé, el compositor se vio inclinado a explorar los límites y posibilidades musicales del silencio, la armonía, la tonalidad y el color. Su estética logró representar musicalmente las aspiraciones del impresionismo y el simbolismo, y se convirtió en uno de los principales exponentes de la música francesa en el cambio de siglo.
Algunas de sus obras más destacadas son su ‘Clair de lune’ (Claro de luna), la ópera ‘Pelléas et Mélisande’ (Peleas y Melisande) y ‘Prélude à l’après-midi d’un faune’ (Preludio a la siesta de un fauno), pieza de notable innovación estructural con la que se propone acompañar el poema homónimo de Stéphane Mallarmé, un escritor del movimiento literario vanguardista, también característico de esa época.